Fantasmas, miedos y deseo: lo que la spooky season te enseña sobre tu placer

Llega octubre y con él nuestras ganas de jugar con el miedo: nos disfrazamos, exploramos lo prohibido y nos permitimos ser otrxs por una noche pero… ¿y si te dijera que esa energía también vive en tu sexualidad?

Seamos honestas, muchas v Halloween es una excusa perfecta para mirar lo que normalmente ocultamos: nuestros miedos, deseos y fantasías. Todo lo que reprimimos el resto del año se disfraza, se vuelve divertido y de pronto deja de dar miedo.

En ONDA creemos que el placer también empieza cuando dejas de tenerle miedo a lo que sientes, así que esta vez, en lugar de hablar de brujas y monstruos, hablemos de los fantasmas del placer —esos que viven dentro de ti. 

El miedo al deseo

Nos enseñaron a tenerle miedo a desear, sentir “demasiado”,  pedir, a decir “quiero”.
Pero el deseo no es peligroso: es información; te muestra qué te mueve, qué te enciende, qué te conecta. ¿Qué paaria si por una noche dejáramos de temerle al deseo y nos pusieramos a jugar con él?

 2. Roleplay: el poder del disfraz

El acto de dizfrazarnos suele ser muy interesante y llamativo porque hacerlo nos permite encarnar una versión  que normalmente escondemos: más atrevida, más juguetona, más libre. Pero no se trata solo del outfit: es la energía de poder ser y sentir distinto sin culpa. Esta noche de brujas te invito a usar el disfraz de una manera distinta: para explorar aquello que te llama sin límites y después llevarlo a tu vida real y pregúntate ¿Qué parte de ti está pidiendo salir más a menudo, sin máscara?

3. El placer también asusta (y eso está bien)

Explorar lo que te da placer puede dar miedo: a hacerlo “mal”, a perder control, a no cumplir expectativas.. no worries, a todxs nos ha pasado. Algo que quizá no sabías es que el placer y el miedo activan las mismas zonas del cerebro: adrenalina, dopamina, curiosidad… por eso a veces lo prohibido se siente tan vivo. Entonces, si algo te da curiosidad, obsérvalo antes de juzgarlo, quizá es un placer disfrazado y tal vez ahí hay una parte de ti que quiere ser vista, no reprimida.

4. La sombra erótica

Carl Jung decía que todos tenemos una “sombra”: la parte de nosotrxs que escondemos por miedo al rechazo. En la sexualidad, esa sombra son tus fantasías, tus pensamientos “raros” o tus deseos no expresados. Integrarlos no te hace “oscura”, te hace más completa. Puedes aprovechar estas fechas para escribir tus fantasías sin filtros por una noche, recuerda que esto no significa que tienes que cumplirlas; solo reconocerlas, a veces nombrarlas ya libera su poder, y a ti. 

5. El erotismo como ritual

Halloween tiene su magia: fuego, velas, misterio… y todo lo que enciende los sentidos también puede volverse un ritual erótico. No necesitas un amante, solo presencia: tu respiración, tu piel, la música que te envuelve y crear tu propio ritual de placer otoñal: enciende velas, viste algo que te haga sentir deseante, y simplemente sé tu hechizo.

Halloween nos recuerda que todos tenemos luz y sombra y que el deseo no merece ser visto como un monstruo, sino un mensaje.

Así que este octubre, en lugar de huir de tus fantasmas, vibra con ellos.

Y si necesitas guía, inspiración o comunidad para hacerlo,  únete a ONDA: donde hablamos de placer, cuerpo y autoconocimiento —sin máscaras, sin miedo y con mucha magia.

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